¿Qué significa para ti ser dueño de tu vida?

Para mi, significa tener libertad.
Tener la libertad de organizar mis tiempos, elegir mis actividades, decidir a quién escuchar y con quién trabajar.

Pero también significa hacerme responsable de mis acciones, palabras y compromisos.
Hacerme consciente de mis errores y de mis aciertos.
Hacerme conscientemente responsable de mis emociones, mis actitudes y mis decisiones.

Significa tomar decisiones en PRO de mi vida que me permiten encontrar crecimiento, evolución, equilibrio en todas las áreas involucradas: emocional, físico, espiritual y profesional.

Para tomar esas decisiones, existe la responsabilidad de buscar, cuestionar, investigar y estudiar el campo infinito de posibilidades.

He tenido la gran dicha de haberme encontrado con muchas personas que llegaron a compartir camino conmigo, compartiendo muy valiosa información, enseñanzas, consejos y lecciones.

Lo más importante es generar consciencia acerca de dónde estás y a dónde quieres llegar.

Si logras establecer estos 2 puntos, el camino se empieza a trazar solo. Con altibajos, con retos y sobre todo miles de oportunidades para aprender, crecer y disfrutar el dichoso camino.

Te invito a que tú también investigues, evalúes y decidas a favor de ti…

¿No sabes cómo? permiteme ayudarte a través del coaching

Experiencias que te marcan.

Son las experiencias y las personas  que me rodean que hacen que la vida valga la pena.

Un tema que retomo con mucha frecuencia es el salirme de mi zona de confort para poder progresar y crecer como persona. Esto incluye experimentar vivencias que me hacen sentir incómoda, fuera de lugar, hasta a veces en aprietos…. todo  depende de cómo reacciono ante ellas y como resuelvo los retos que se presentan.

Este inicio de año tuve la dicha de vivir una experiencia que me generó  cambios de percepción,  de paradigmas y creencias… un viaje inesperado a Calgary, Canadá el cual fue un buen reto en muchos aspectos.

Aprendí a adaptarme a un clima extremo, entendí que mi miedo al frío estaba en mi cabeza, enfrenté  el clima de hasta -24C con una actitud diferente e incluso disfruté del cambio  tan drástico, permitiendome participar  en actividades que no habia ni siquiera considerado  antes por el puro  miedo al frío.

Habiendo superado el shock climático decidí irme al extremo de mis limitaciones tanto  físicas como mentales y tome un curso  de snowboarding.

Solté mis prejuicios y paradigmas (es para chavos….no es para mujeres de 40! … me voy a romper  el cuello a esa velocidad…) y me integre en una clase que resultó  ser bastante pesada pero súper divertida junto a 4 jóvenes compañeros.

Me generó gran alegría y algo de orgullo haber logrado bajar la pista entera 3 veces, con una buena cantidad de caídas (y golpes jajaja pero sin daños mayores).

Fue una experiencia inolvidable, sumamente gratificante y satisfactoria.

Otra aventura a la cual unos nuevos amigos me invitaron fue  una caminata con “snowshoes” bajo la luz de la luna, en medio de la naturaleza, rodeados de animales, protegidos  por un cielo hermoso  lleno de estrellas.

Es ahí donde me di cuenta  de lo pequeño e insignificantes que somos  y que la vida vale la pena por las experiencias que vivimos y generamos día a día con las personas que nos rodean.

Conclusión: de vez en cuando, es bueno enfrentarnos a nosotros mismos, es sano retarse y aventarse.
La vida es bella….atrévete  vivirla HOY!!