Cuando no vemos ninguna salida

Sin Salida

La vida nos presenta con situaciones que a veces nos abruman tanto que no vemos ninguna salida.

Situaciones a través de las cuales nos enfrascamos en la postura de víctima. Perdemos la visión a largo plazo y al no ver salida, nos puede llevar a tomar acciones erroneas.

En estos momento “sin salida” es importante reflexionar si las acciones que estamos por tomar realmente nos traerán una salida o sólo nos hundirán más.

El Maestro Chick Moorman dice “Siempre tienes más soluciones de las que crees tener” y es aquí que quiero unirme y confirmarte que así es.

Cuando nos vemos arinconados, es cuando nuestra creatividad es forzada a buscar soluciones, es cuando nuestro ser es obligado a salirse de esta zona de confort (que ya ni tan confortable se siente). Es cuando nos vemos presionados por buscar una salida. Son momentos de alta tensión, de mucho estress, de sobrecarga de nuestro sistema nervioso y momentos que sentimos perder el control.

En estos ultimos meses he vivido situaciones personales y profesionales que me han llevado justo ahí al borde de mis nervios, a lo que pensé era el límite de mi paciencia, el fondo de mi “hoyo”.

Sin embargo, hoy entiendo que muy al contrario, me llevaron más allá de mis límites en el buen sentido de la palabra, me llevaron completamente FUERA DE MI ZONA DE CONFORT.

Estas situaciones me impulsaron a ser creativa, a reinventarme, a pedir ayuda y a buscar más allá de las soluciones que tenia a la mano, más allá de las respuestas que ya me sabía, más allá de las acciones obvias que me venían a la mente ya que no eran suficientes, no eran adecuadas, ya no.

Me sentí literal forzada a renacer, forzada a mirar hacia dentro para buscar las respuestas a mis preguntas.

ojo…

No son las preguntas “¿Por qué me pasa a mi? ¿Por qué me hacen esto?” 

Hablo de las preguntas “¿Qué me toca aprende de esta situación y qué puedo hacer para mejorar mis acciones?  ¿Qué puedo hacer para evitar cometer los mismos errores?

Mi resiliencia ha crecido, mis límites se han expandido, mi tolerancia a la frustración se ha fortalecido.

Hoy ya puedo ver luz, hoy ya encontré algunas respuestas, hoy entiendo que lo que más me costaba trabajo era pedir ayuda… y cuando me atreví y lo hice… esa ayuda llegó, sin juzgar, sin cuestionar, simplemente se manifestó.

Atrévete a enfrentar tus momentos más oscuros y atrévete a ver la luz que tienes dentro. TU tienes las respuestas, sólo tienes que hacerte las PREGUNTAS correctas.

Cuando sientes que no puedes más, busca apoyo, pide ayuda, acude con quien no te juzgará, con quien te ayudará a hacerte las preguntas adecuadas para encontrar las respuestas que necesitas antes de tomar acción.

Dato curioso – En Chino, la palabra “Crisis” significa “Oportunidad”

Toma cada “crisis” como una gran oportunidad para descubrir tus fortalezas, expandir tus horizontes y crecer como persona fuera de tu zona de confort.

Del miedo a la Confianza

Cómo logré cambiar el miedo que me tenía mi hija a una plena confianza.
Lo que manifiestan los hijos, en general tiene su raíz en los padres.

Hace unos años, una serie de situaciones con mi hija me llevó a solicitar apoyo de una mujer a quien valoro mucho y que tiene mi entera confianza; Nallely es Family Coach, psicóloga clínica y madre activa de 3 hijos.

En una de las terapias surgió un “detalle” que me dejó fría: ¡Mi hija me tenía MIEDO! Desde su perspectiva, a su escasa edad, la persona que la cuidaba, procuraba y trataba de educar (con amor) le inspiraba miedo en lugar de confianza.

Para mí fue como un balde de agua fría: en mi intento de hacer las cosas bien, me sentí fracasada como mamá, me entró el pánico, me llegaban a mi mente escenas de terror de un futuro con una adolescente con graves problemas de conducta, resistencia a la autoridad y rechazo hacia mi persona.

¡Necesitaba hacer algo URGENTE para prevenir que la situación empeorara, aún estaba a tiempo! En lugar de mandar a mi hija a sesión, aproveché sentarme con mi propio coach para descubrir por qué le inspiraba miedo en lugar de confianza, por qué no percibía el gran amor que le tengo y qué podía hacer para cambiar la situación.

Implementé ho-oponopono, empecé a meditar, a practicar Deeksha, empecé a buscar a marcha forzada mis propias heridas emocionales de la infancia y encontré una similitud escalofriante entre lo que mi hija estaba viviendo y lo que yo, algún día como niña viví.

Era hora de sanar heridas del pasado, perdonar a mis padres por lo vivido, agradecer a mis ancestros por lo transmitido y cortar con patrones que se estaban repitiendo. Una tarea compleja, complicada, pero muy liberadora. Sanando mi propio corazón, veo cómo se transforma mi reflejo en mi hija, mi mejor espejo y gran maestra de vida.

Además de atender a la parte emocional, espiritual y ancestral, me adentré de lleno en el aprendizaje de un lenguaje responsable, estudiando a fondo The Parent Talk System de la mano de mi maestra y hoy día socia Rebeca Montero Miranda, Parent Talk Trainer of Trainers. Aplicando las técnicas para empoderar a mi hija y hacerme responsable de mis pensamientos, palabras y acciones.

Doy gracias a todos mis guías, amigos y maestros por su paciencia, su gran amor y pasión con la que me acompañan en esta aventura de ser madre (y espero sigan aquí). Vamos por buen camino y sé que aún queda un buen tramo por recorrer.

Hoy con gran alegría puedo contarte que la relación con mi hija está llena de confianza, ella externa sus inquietudes, alegrías y sentimientos de una manera que no creía posible, con momentos en los cuales expresa tanto amor que me rebosa el corazón de dicha.

Estamos aprendiendo a fluir con nuestras emociones, a vivir el momento, a dejar atrás el pasado y a ver el futuro con alegría y ganas de crecer, avanzar y florecer como seres humanos.

¡La vida es una delicia, a veces con un toque amargo pero en general bastante dulce!

Vive cada día como si fuera el último, sin arrepentimientos ni rencores, lleno de alegría y agradecimiento.

La Paz Inicia en Casa

La Paz Inicia en Casa

En efecto – la paz para el mundo inicia en casa.

Creo que todos deseamos generar un ambiente de paz y tranquilidad en nuestros hogares.

Sin embargo, sucede cada vez más seguido que esa misma paz se ve afectada por factores tanto internos como externos.

El pasado mes de enero 2017, vivimos una situación alarmante en nuestra comunidad.

En consecuencia a los sucesos violentos en Playa del Carmen, Cancún y Monterrey se generó un pánico y una psicosis colectiva en nuestra comunidad.
Al siguiente día, recibimos varias llamadas tanto de mamás como maestras preguntando qué se podría hacer para apoyar a los niños sobre todo en sobrellevar esta situación.

En conjunto con Rebeca Montero tomamos acción inmediata y analizando qué tanto podríamos hacer levantamos la mano para compartir las herramientas que a nosotras nos permitieron mantener la calma y nos permitieron comunicar los hechos a nuestros seres queridos evitando el miedo y la angustia en nuestros hijos.

Lo que inició con un anuncio en Facebook, nos llevó a dar una conferencia (te invito a ver la conferencia aquí).
A partir de ahí, se desarrolló en un movimiento entero, el cual a apenas 1 mes de este primer paso, ya está generando ruido a nivel nacional.

Tenemos ya una serie de conferencias y talleres preparados en este marco para compartirles las herramientas que Coach Rebeca Montero y yo hemos aplicado con éxito para generar un ambiente de paz en nuestras familias.

Te invito a que UNAS a este movimiento por la PAZ, desde tu casa, con tu familia, sumando a la paz en nuestra comunidad, en nuestro México y el mundo.

A través de una serie de e-mails te compartiremos los 10 principios de la paz y te invitamos a participar en los futuros eventos que se están organizando.

Haz clic AQUI para unirte HOY – GRACIAS por tu apoyo!

¿Qué significa para ti ser dueño de tu vida?

Para mi, significa tener libertad.
Tener la libertad de organizar mis tiempos, elegir mis actividades, decidir a quién escuchar y con quién trabajar.

Pero también significa hacerme responsable de mis acciones, palabras y compromisos.
Hacerme consciente de mis errores y de mis aciertos.
Hacerme conscientemente responsable de mis emociones, mis actitudes y mis decisiones.

Significa tomar decisiones en PRO de mi vida que me permiten encontrar crecimiento, evolución, equilibrio en todas las áreas involucradas: emocional, físico, espiritual y profesional.

Para tomar esas decisiones, existe la responsabilidad de buscar, cuestionar, investigar y estudiar el campo infinito de posibilidades.

He tenido la gran dicha de haberme encontrado con muchas personas que llegaron a compartir camino conmigo, compartiendo muy valiosa información, enseñanzas, consejos y lecciones.

Lo más importante es generar consciencia acerca de dónde estás y a dónde quieres llegar.

Si logras establecer estos 2 puntos, el camino se empieza a trazar solo. Con altibajos, con retos y sobre todo miles de oportunidades para aprender, crecer y disfrutar el dichoso camino.

Te invito a que tú también investigues, evalúes y decidas a favor de ti…

¿No sabes cómo? permiteme ayudarte a través del coaching

Experiencias que te marcan.

Son las experiencias y las personas  que me rodean que hacen que la vida valga la pena.

Un tema que retomo con mucha frecuencia es el salirme de mi zona de confort para poder progresar y crecer como persona. Esto incluye experimentar vivencias que me hacen sentir incómoda, fuera de lugar, hasta a veces en aprietos…. todo  depende de cómo reacciono ante ellas y como resuelvo los retos que se presentan.

Este inicio de año tuve la dicha de vivir una experiencia que me generó  cambios de percepción,  de paradigmas y creencias… un viaje inesperado a Calgary, Canadá el cual fue un buen reto en muchos aspectos.

Aprendí a adaptarme a un clima extremo, entendí que mi miedo al frío estaba en mi cabeza, enfrenté  el clima de hasta -24C con una actitud diferente e incluso disfruté del cambio  tan drástico, permitiendome participar  en actividades que no habia ni siquiera considerado  antes por el puro  miedo al frío.

Habiendo superado el shock climático decidí irme al extremo de mis limitaciones tanto  físicas como mentales y tome un curso  de snowboarding.

Solté mis prejuicios y paradigmas (es para chavos….no es para mujeres de 40! … me voy a romper  el cuello a esa velocidad…) y me integre en una clase que resultó  ser bastante pesada pero súper divertida junto a 4 jóvenes compañeros.

Me generó gran alegría y algo de orgullo haber logrado bajar la pista entera 3 veces, con una buena cantidad de caídas (y golpes jajaja pero sin daños mayores).

Fue una experiencia inolvidable, sumamente gratificante y satisfactoria.

Otra aventura a la cual unos nuevos amigos me invitaron fue  una caminata con “snowshoes” bajo la luz de la luna, en medio de la naturaleza, rodeados de animales, protegidos  por un cielo hermoso  lleno de estrellas.

Es ahí donde me di cuenta  de lo pequeño e insignificantes que somos  y que la vida vale la pena por las experiencias que vivimos y generamos día a día con las personas que nos rodean.

Conclusión: de vez en cuando, es bueno enfrentarnos a nosotros mismos, es sano retarse y aventarse.
La vida es bella….atrévete  vivirla HOY!!

Pedir Ayuda

El pedir ayuda, de manera genuina y con humildad para muchos es uno de los más grandes retos a vencer.

Aceptar que no puedes resolver una situación, que no tienes la capacidad o las herramientas a la mano, entender que apalancándote con las personas que te rodean puedes resolver las situaciones de mejor manera, envisionar que existen otras soluciones que se encuentran fuera de tu propio campo de visión y que tal vez otros pueden guiarte sin caer en una dependencia es un ejercicio muy interesante.

Hay una gran diferencia entre quitarte la responsabilidad encima, encargando a otro a resolver “tus asuntos” y pedir apoyo con plena consciencia y responsabilidad,  haciendo equipo, apalancándote de otros.

Sin embargo es difícil distinguir a veces entre una forma u la otra.

Llegué a entender que en el pedir esta la diferencia.

Es importante dejar las emociones y el ego a un lado.

Es necesario evaluar a fondo la situación, trazar el camino a recorrer y  planificar los pasos a dar.

Cuando llegas a este punto en el cual entiendes que no puedes solo con alguna situación, por más sencilla o complicada que parezca, y pides el apoyo, solito se empiecen a dar las soluciones ya que al hacerte al 100% consciente, se abre tu mente hacia más opciones, te brinden el apoyo solicitado o no.

A dónde voy con esto?
Estoy aprendiendo a pedir ayuda, es revelador en muchos aspectos poder medir con quién cuentas y con quién no, es liberador aceptar que no puedo con todo pero que si cuento con una red de apoyo que tiene las respuestas.

Y aun que la persona a la cual me dirigí para pedir ayuda me dijo que no, el universo escucho mi solicitud y me pone a las personas adecuadas y respuestas en frente para poder resolver las situaciones con las que necesito ayuda.

Cómo algún día un gran maestro me dijo…”pide con osadía”. Si pedimos ayuda desde el corazón y sin malicia, el apoyo llega de una u otra manera.